Hace unos días tuvimos un encuentro presencial de la comunidad de Laboratoria+ en Lima. Decir que fue una noche mágica no le hace justicia al tiempo que más de 80 mujeres elegimos pasar juntas. Tuvimos como invitadas a dos grandes emprendedoras: Fátima, qué tiene una audiencia de millones de seguidores y nos dio una clase maestra de comunicación y estrategia, y Paloma, que ha convertido a un negocio de cupcakes con +15 años operando en una referencia cultural icónica en Lima. Nos reímos, compartimos, y me quedé pensando en la dicha de escuchar tanta sabiduría de dos mujeres jóvenes que contra viento y marea, siguen apostando por ellas mismas.
Sin haberlo pensado intencionalmente (y posiblemente por mi propia historia como emprendedora), en los últimos meses hemos tenido de invitadas a espacios de Laboratoria+ a algunas de las más grandes emprendedoras de América Latina. Mujeres que tienen toda mi admiración por su valentía, su resiliencia, su capacidad de reinventarse y de seguir adelante a pesar de todo lo que cuesta. Ha estado desde Vania Masías, bailarina transformada en empresaria cultural, hasta Daniela Lorca, que fundó una tienda de ropa para bebés que terminó vendiendo a nada menos que Walmart. Conocer sus historias desde adentro - más allá de lo que vemos en las redes o leemos en los periódicos - se siente como el acceso privilegiado a una ventana secreta llena de sabiduría.
Hoy quiero compartirles algunas de las lecciones de vida que me he llevado de estos espacios. En nuestra plataforma igual podrán ver muchos de los videos de manera directa (están en Eventos y los pueden escuchar como podcasts desde youtube - lo recontra recomiendo!).
La habilidad más valiosa: la autoconfianza
En el encuentro alguien le preguntó a Fátima cuál sentía que era la habilidad más valiosa que le había permitido crecer como emprendedora en estos últimos 8 años. Sin titubear, respondió que era haber cultivado su autoconfianza. Sentirse más segura de sí misma. Cuando empezó, nos contó, dudaba de si misma todo el tiempo. Compartió que no le gustaba verse en los videos - algo difícil de creer para alguien cuyo negocio empezó en youtube - y sufría cada vez que tenía que hablar en público. Hoy no es que de vez en cuando no dude, pero es evidente que reconoce su valor. Está más enfocada en eso, que en lo que le falta o podrían pensar de ella.
Para mi, uno de los descubrimientos más valiosas de la última década es que navegar el mundo segura del valor que puedes aportar es una experiencia de vida radicalmente distinta a hacerlo desde la desconfianza en una misma. Si yo no creo en mí, ¿cómo puedo esperar que otros lo hagan? Es interesante porque el camino de emprender implica darte contra la pared una y otra vez. Una pensaría que eso merma tu confianza pero la realidad es que enfrentarte a cosas difíciles y ver que eres capaz de superarlas es posiblemente la mejor receta para sentirnos seguras de nuestra fortaleza.
El miedo más grande: fallarme a mí misma y a quienes creen en mi
A veces vemos a alguien de lejos, admiramos su fama y pensamos que debe tener algo especial que nosotras carecemos. Tal vez ella no tiene miedo. La realidad es que probablemente lo tiene, pero ha aprendido a actuar con él encima. Cuando le preguntaron a Paloma cuál ha sido su miedo más grande en el camino de emprender, su respuesta fue clara: no estar a la altura y defraudar a quienes apostaban por ella. Paloma tuvo unos primeros años profesionales con múltiples cambios y caminos sin terminar. Se fue creyendo el estigma de ser “la que deja las cosas a medias”, y cuando empezó Miss Cupcakes, el miedo de que quienes la conocían piensen “otra vez abandonará esto” era grande. Y es que no sorprende - el peso que tienen las expectativas de los otros sobre nosotras es inmenso. Pero al final, como bien lo dijo, la vida no se trata ni de defraudar ni de hacer orgullosos a otros. Se trata de hacerlo por nosotras mismas, piensen lo que piensen.
La batalla más dura: el ego
En la conversación con Vania hace unas semanas llegamos a un tema del que se habla poco, y es enormemente relevante: el rol que juega el ego en nuestras carreras. Para emprender por voluntad propia, sin duda hay que sentirnos capaces. Si no, sería difícil dar el primer paso. Sin embargo, muchas veces ese sentimiento se va distorsionando y puede nublar nuestra auto-percepción. En una sociedad donde tendemos a idealizar a las personas, nos encontramos con la figura del emprendedor que lo sabe todo, que lo puede todo, que es imprescindible para el mundo y su causa. Vania nos compartió su camino de reconciliación consigo misma, de aceptar que nadie lo puede todo (ni tiene por qué poderlo), y más bien atreverse a priorizar su autocuidado.
Vania fue una de las personas que me inspiró a emprender cuando comenzábamos Laboratoria. En parte creo que fue porque es alguien capaz de bajar sus barreras, dejar los egos y ser vulnerable. Muchas veces participé de espacios con emprendedores que me generaban el sentimiento contrario: todo lo saben, todo lo logran, y yo era la rara ahí. Siempre le agradezco haber sido ese referente donde pude reflejarme.
El super poder: ser ellas mismas
Algo que me llevo de haber entrevistado a muchas de estas emprendedoras en los últimos meses es que todas, sin excepción, son mujeres y líderes genuinas. Se les siente ellas.
No hay un pretender ser, no hay un cambiar para amoldarme a algo. Hay un soy yo muy fuerte, desde donde se desprende su impacto en el mundo. Esto no sólo me inspira pero también me llena de orgullo por las emprendedoras mujeres. Es difícil generalizar pero creo que muchas veces estamos más dispuestas a ser reales, y eso es precisamente lo que nos permite conectar de manera honesta con los otros. Cada una con su camino, sus logros y batallas, han aprendido a ser ellas mismas.
Por todas estas lecciones, este encuentro de comunidad fue especial. Cuando llegué a mi casa me quedé pensando en qué me había dejado tan contenta. Más allá de las risas y las historias, creo que la respuesta está en la magia de bajar barreras y atrevernos a compartir un poquito de quiénes somos con alguien que hasta hace nada era una desconocida. Son espacios que nos recuerdan nuestra humanidad. Todas - desde la más famosa hasta la que no tiene redes sociales - de alguna manera, sentimos y experimentamos lo mismo.
Las esperamos pronto en Laboratoria+ para seguir creando comunidad bonita.
Un abrazo,
Mariana
Como admiramos mucho a las emprendedoras, tenemos a varias de mentoras en nuestra membresía. Te invitamos a conocer a algunas de ellas.