Las lecciones de un año construyendo Laboratoria+

Incluyen aprender a iterar, a ser pacientes y disfrutar el camino

El lunes 27 tenemos un evento para presentar todo lo nuevo que traemos en Laboratoria+ para impulsar el crecimiento de más mujeres a roles de liderazgo en todas las industrias. Si tienes la aspiración de prepararte para dar el siguiente paso en tu carrera, nuestra membresía es para ti. Ven y descúbrela ✨.

Ha pasado un año desde que comenzamos Laboratoria+. Hoy quiero agradecerles por seguirnos y leernos cada semana, y también compartirles algunas de las lecciones que hemos tenido en esta primera parte del camino. Le pueden ser valiosas a quienes estén impulsando nuevas iniciativas, y así también descubren un poquito más del detrás de cámaras de lo que estamos construyendo. 

Lo primero, tener el coraje para construir y compartir con el mundo lo que hacemos

Hace años no empezaba algo nuevo y debo confesar que me había olvidado lo difícil que es. Requiere muchísimo valor y tal vez algo de ego creer que podemos crear un producto que de alguna manera mejore la vida de la gente, y luego salir a venderlo. Hoy tengo admiración profunda por todas las personas que crean. Desde la pequeña emprendedora que se anima a vender sus productos en redes hasta el founder de una startup unicornio que termina fracasando. El artista que muestra su arte, la escritora que publica sus novelas, el influencer que comparte su conocimiento. Es difícil exponerse pero es parte necesaria de darle vida a algo nuevo. Este año ha sido un ejercicio de aprender a estar “ahí afuera” nuevamente. Lo bueno es que como en el deporte, te vas poniendo en mejor forma con la práctica.

Lo segundo, tener el equipo correcto

Somos un equipo de 5 personas. Trabajamos remoto desde Lima, Seattle y Lisboa. Diseñamos contenido, moderamos cursos, respondemos whatsapps, programamos el app, buscamos mentoras, vendemos a empresas, y una larga lista de muchas cosas más. Este año hemos trabajado muchas horas. A la vez, ha sido uno de los años en que más he disfrutado en mi carrera. Hemos aprendido a conocernos, a complementarnos, a ayudarnos a crecer. Todas las personas del equipo hacemos y resolvemos. Hay confianza y cariño, y la aspiración compartida de construir un producto y una experiencia de clase mundial que nos llene de orgullo. 

Navegar la incertidumbre de lanzar algo nuevo es retador, pero tener el equipo correcto es sin duda la mejor manera de construir confianza en nuestras posibilidades de éxito.

Tercero, hay que saber iterar en el momento correcto

Este año hemos debatido muchas veces entre darle más tiempo a algo a ver si funciona, o iterar rápidamente para salir a probar el siguiente feature. Empezamos, por ejemplo, ofreciendo programas largos (6 semanas), pero rápidamente nos dimos cuenta que hay un límite a cuántos de ellos puede llevar alguien en un año. Hay viajes, cruces de horario, y épocas más intensas en el trabajo que hacen difícil que quién ya llevó un programa se vuelva a inscribir en otro en el corto plazo. A la vez, el crecimiento profesional no es algo que se da en un curso, es más bien un camino de largo plazo. Estas realizaciones hicieron que empecemos a soñar con un modelo más flexible, más acorde a los ritmos cambiantes de nuestras carreras, donde pudiésemos desarrollar nuevas competencias y relaciones a lo largo de un tiempo más largo y así poder ver el impacto de estas en nuestro progreso profesional.

Nació la idea de la membresía anual. Nos motivaba y resonaba con nuestra comunidad, pero por varios meses nos dio miedo dejar la seguridad de los programas - el universo que ya conocíamos. Nos tomó un buen tiempo dar el cambio y apostar por otro camino más congruente con nuestra misión. Mirando atrás, tal vez nos demoramos mucho. Hoy finalmente iteramos al modelo de membresía. Nos queda la lección de aprender a accionar en el momento preciso, que implica tener suficiente confianza en la movida pero también la disposición de tomar el riesgo. 

Cuarto, las cosas toman más tiempo del que parece

Esta es tal vez la lección que más me me ha costado asumir. En retrospectiva tengo el recuerdo (sin duda tergiversado por el paso del tiempo) que cuando empezamos Laboratoria en el 2014, todo se dio muy rápido. En poco tiempo teníamos estudiantes, sedes, equipo grande, nuevos mercados, y un clarísimo product-market-fit. Cuando ahora veo las metas que nos trazamos para el primer año de Laboratoria+, es evidente lo mal que calculamos. Claramente habíamos olvidado la cantidad de tiempo e iteraciones que toma llegar a un producto o servicio que realmente sea diferenciador. Crear cualquier cosa con éxito requiere de enorme constancia en el tiempo. De estar ahí día tras día, con la valentía para intentar cosas nuevas, la humildad de aprender de nuestros errores, y la resiliencia para no rendirnos.

Quinto, si lo lograremos o no, nadie lo sabe, pero hay que aprender a disfrutar del camino 

Comenzar algo nuevo trae consigo una serie de preguntas omnipresentes que acompañan todo lo que haces. ¿Lo lograremos? ¿Podremos construir un producto que genuinamente agregue valor? ¿Crecer como esperamos? ¿Llegar al break-even sin morir en el intento? La lista es larga y el tiempo nunca es suficiente, pero esta segunda vez he aprendido a enfocarme mucho más en disfrutar del camino. La meta es hacer lo mejor que podemos con lo que está en nuestro control. Construimos, aprendemos e iteramos. A veces funciona y otras no tanto, pero vamos mejorando y disfrutamos del camino. Por ahora, recorrer bien el camino es el destino. Con más perspectiva he logrado moderar la típica angustia de esta etapa donde la muerte empresarial está a la vuelta de la esquina. Estamos dando todo lo que podemos por hacer de esta idea realidad y simplemente eso ya eso me llena de orgullo.

Finalmente, como siempre, tener muy presente por qué hacemos lo que hacemos

Nuestra dedicación como equipo es posible porque creemos en el valor de crear espacios íntimos para conocernos y reconocernos como mujeres líderes. En la dicha de compartir nuestras dudas e ilusiones con otras sin miedo a que se nos juzgue. En el poder de atrevernos a romper barreras y llegar lejos. En el valor transformador de ver a más mujeres en roles de influencia en todas las industrias y desde ahí, contribuir a construir un mejor mercado laboral para todas las personas. Esta causa, así como lo hace la de Laboratoria, nos llena de amor y de energía para seguir remando con fuerza.

Un abrazo a todas, y gracias nuevamente por de alguna forma ser parte de este camino. Las invito a ver el resultado de todo lo que venimos construyendo hace meses con mucha dedicación y cariño creándose una cuenta en nuestra plataforma.

Mariana