La resiliencia profesional: el arte de potenciar tus fortalezas
Y hasta darte el placer de ignorar tus debilidades un poquito :)
La Travesía de hoy llega gracias a nuestra querida Gabi Rocha, CEO en Laboratoria
La resiliencia es esa capacidad que tenemos las personas de superar obstáculos inmensamente retadores y adaptarnos para continuar, incluso más fuertes que antes. Todos reconocemos y admiramos la resiliencia en el ámbito personal, como cuando vemos a alguien seguir adelante tras la muerte de un familiar querido, una enfermedad dolorosa, o una separación de pareja. Sin embargo, creo que no hablamos suficiente de cómo se manifiesta la resiliencia en nuestras vidas profesionales.
En estos tiempos de incertidumbre laboral, donde empleos que parecían seguros se desvanecen de la noche a la mañana, construir nuestra resiliencia profesional se convierte en una de las herramientas más poderosas a nuestro alcance.
Hemos sido bombardeados con narrativas seductoras pero incompletas: "con suficiente esfuerzo puedes lograr cualquier cosa"; "el feedback es un regalo para mejorar tus debilidades"; "ama lo que haces y nunca trabajarás un día en tu vida". Estas ideas, aunque inspiradoras, nos dicen poco sobre hacia dónde enfocar realmente nuestra energía y pasan por alto el valor transformador de la práctica consistente en aquello que ya hacemos bien.
Potenciar fortalezas en vez de obsesionarse con las debilidades
Las personas que prosperan en sus campos no lo hacen porque se volvieron buenas en todo, sino porque se volvieron excepcionales en algo específico. Identificaron sus dones naturales y construyeron adrede caminos que les permitieran capitalizar esas fortalezas. No fue fuerza de voluntad indiscriminada, sino un esfuerzo dirigido hacia aquellos espacios donde ya brillaban naturalmente.
Steve Jobs no era un programador excepcional ni un ingeniero brillante, pero poseía un don extraordinario para la visión de producto y el diseño intuitivo. En lugar de intentar convertirse en un experto técnico, se rodeó de personas que complementaban sus debilidades mientras él se concentraba en potenciar sus capacidades visionarias, creando así Apple, una de las empresas tecnológicas más valiosas del mundo.
J.K. Rowling enfrentó múltiples rechazos editoriales, pero persistió en perfeccionar su excepcional habilidad para crear mundos de fantasía y personajes memorables, convirtiéndose en una de las autoras más influyentes de nuestra era.
No es solo talento nato, es práctica deliberada
La excelencia parece natural para quienes la observamos desde fuera. Ver a Federer jugar tenis o a Shakira bailar da la impresión de una facilidad innata, como si hubieran nacido con esas habilidades perfectamente desarrolladas. Pero tras esa aparente naturalidad se esconde un esfuerzo monumental—un esfuerzo dirigido específicamente hacia sus talentos y fortalezas.
Thomas Mann lo expresó magistralmente: "Un autor es alguien para quien escribir es mucho más difícil que para otras personas". Esta paradoja revela una verdad profunda: solo quien ha dedicado horas incansables a perfeccionar su don puede comprender la complejidad que existe tras la aparente facilidad.
Roger Federer, considerado uno de los mejores atletas de la historia, ha enfatizado repetidamente que el verdadero éxito proviene de la práctica incansable y la capacidad de seguir adelante después de los reveses. Aunque su talento fue descubierto temprano, su legendario éxito llegó tras años de práctica deliberada y perfeccionamiento constante.
En el ámbito profesional existe una obsesión con el crecimiento a través de la corrección de debilidades. Pasamos incontables horas identificando áreas de mejora y estableciendo planes de desarrollo para pulir aspectos donde no brillamos. Y aunque hay valor en mejorar ciertos aspectos base, existe una diferencia crucial entre buscar mejoras incrementales en áreas ya fuertes y el agotador ejercicio de intentar transformar nuestras debilidades fundamentales en fortalezas.
Tres pasos hacia la verdadera resiliencia profesional
Propongo un enfoque diferente, estructurado en tres pasos concretos que he aplicado en mi propia trayectoria y que les comparto aquí ya que los ejemplos de celebridades pueden ser inspiradores, pero suelen parecer inalcanzables también.
1. Identifica tus verdaderas fortalezas
No me refiero a generalidades vagas como "soy buena con la gente". Necesitamos un análisis granular y específico. ¿Eres excepcionalmente hábil sintetizando información compleja? ¿Tienes una capacidad única para anticipar obstáculos en proyectos? Lo crucial es que estas fortalezas sean específicas y verificables.
Para este ejercicio, es vital incorporar perspectivas externas. A veces, por inseguridades o experiencias previas, somos ciegos a nuestros propios talentos.
Antes de cofundar Laboratoria, yo trabajaba como consultora de políticas públicas. Durante ese tiempo, recibía constantemente feedback sobre mis deficiencias: no era particularmente buena coordinando estudios, analizando diversas fuentes de literatura o encajando hallazgos en marcos teóricos elegantes. Cada evaluación me hacía sentir inadecuada, enfocándose en todo lo que debía mejorar.
Sin embargo, estas conversaciones ignoraban por completo algo fundamental: mi extraordinaria capacidad para gestionar relaciones con clientes. Los clientes quedaban sistemáticamente satisfechos con nuestro trabajo gracias a mi habilidad para llevar conversaciones, priorizar temas y filtrar información. Estas fortalezas pasaban desapercibidas en un sistema enfocado en señalar carencias, pero eran precisamente mis verdaderos superpoderes profesionales.
2. Descubre dónde tus fortalezas tienen valor real
No todas las habilidades tienen el mismo valor en todos los contextos. Una vez identificado lo que haces excepcionalmente bien, investiga dónde esas habilidades específicas son particularmente valoradas. Luego, orienta tu trayectoria profesional hacia esos espacios.
Esto no significa que debas amar cada aspecto de tu trabajo. Significa encontrar un nicho donde lo que naturalmente haces bien sea central para el éxito.
En mi caso, comprendí que aunque otros consultores me superaban ampliamente en capacidad analítica y redacción técnica, mis habilidades de comunicación, priorización y gestión de relaciones serían inmensamente valiosas en otro contexto. Como emprendedora, donde necesitaría comunicar ideas convincentemente, movilizar personas y priorizar lo verdaderamente importante, mis fortalezas naturales brillarían con luz propia.
3. Acepta tus debilidades con honestidad estratégica
Haz un inventario de tus limitaciones y divídelas en dos categorías: aquellas que genuinamente obstaculizan tu progreso y aquellas que no representan impedimentos críticos. Para las primeras, desarrolla estrategias de mitigación. Para las segundas, simplemente acéptalas como parte de quién eres.
Yo tomé la decisión consciente de que no iba a ser excelente en un trabajo que requiriera las habilidades de coordinación y análisis profundo que se esperan en la consultoría tradicional. En lugar de seguir luchando contra esta corriente, decidí abrazar mis debilidades y mejorar aquellos aspectos básicos que eran realmente importantes (como ciertas habilidades de escritura), pero aceptando que nunca sería extraordinaria en ellos.
Lo verdaderamente transformador fue cuando enfoqué mis recursos, energía y esfuerzos en perfeccionar lo que ya hacía bien naturalmente, buscando activamente oportunidades donde estas fortalezas me permitieran sobresalir. Esto es crítico, pues el mundo profesional raramente premia el esfuerzo o la mejora relativa - lo que importa al final del día son los resultados concretos. Pero además, fue mucho más agradable (y disfruté mucho más el camino) cuando guié mis esfuerzos y el sudor, dolor y disciplina que implican, hacia donde puedo cosechar frutos y mis talentos se potencian.
La verdadera resiliencia profesional
Lo que propongo no es resignación, sino un cambio de paradigma estratégico. Si dedicas años intentando convertir debilidades fundamentales en fortalezas mediocres, no solo te agotarás, sino que perderás la oportunidad de desarrollar tus verdaderos talentos hasta niveles extraordinarios.
La resiliencia profesional consiste en conocernos profundamente, elegir nuestras batallas con inteligencia y construir un camino que maximice nuestras capacidades naturales mientras gestionamos estratégicamente nuestras limitaciones.
En un mundo laboral cada vez más incierto, este autoconocimiento estratégico podría ser nuestra herramienta más valiosa para no solo sobrevivir, sino prosperar en las turbulencias que nos esperan.
Un abrazo,
Gabi
Todos los meses tenemos a tremendas mujeres líderes de Latam sumándose como mentoras en Laboratoria+. En sesiones de mentoría individuales, vienen a escuchar y dar guía a nuestras members desde sus aprendizajes liderando equipos, desarrollando productos y construyendo carreras desafiantes. Sus consejos son oro puro ✨. Este mes le damos la bienvenida a Andrea, Alina y Cindy.
Gracias por las palabras. Resonó bastante en mi
Que increible esto! Le pusiste palabras a lo que me esta angustiando hace meses, mil gracias!