Esta semana tuvimos un taller sobre liderazgo y a raíz de la discusión me puse a pensar en cuáles han sido algunas de mis principales lecciones aprendiendo a liderar equipos. La lista es larga, proveniente tanto de errores como aciertos, y hoy quiero compartir con ustedes un framework que descubrí hace algunos años y he encontrado muy útil a lo largo de este camino.
Frances Frei es profesora en la escuela de negocios de Harvard, pero además ha sido parte de compañías que han atravesado retos de cultura profundos como Uber y WeWork. En su investigación se enfoca en entender el efecto que los y las líderes tenemos en nuestros equipos, y cómo desde ese impacto podemos generar las condiciones para que otros alcancen todo su potencial.
Para Frei, y coincido plenamente con ella, todo empieza por la confianza y nuestra capacidad para construirla en nuestras relaciones y equipos de trabajo. Confiar en alguien es creer que esa persona es sincera con nosotras, es alguien en quien nos podemos apoyar, que quiere nuestro bienestar. Si esto no existe en nuestros equipos, sencillamente no es posible generar un entorno propositivo y transformador que saque lo mejor de las personas.
¿Y de dónde parte la confianza? Según Frei, ésta tiene tres componentes clave.
Primero, la autenticidad
Esta es la capacidad de ser nosotras mismas frente a otras personas. ¿Sienten los demás que soy yo - mi yo real - cuándo les hablo? ¿Soy sincera en cómo me comunico? O por el contrario, caigo en decir cosas porque debo, pero que realmente no creo de manera sincera. ¿Tengo alguna agenda oculta? Las personas tenemos la increíble habilidad de ver a los demás y percibir si son sinceros o no. ¿Quién aquí no ha tenido alguna relación laboral o personal donde por alguna razón sientes que la otra persona no está siendo 100% ella? Y también seguro todas en algún momento hemos ocultado algo de quienes somos en cómo nos presentamos a los demás.
La autenticidad, como todo en la vida, no es blanco y negro. Es un espectro, pero estar más cerca de ese lugar donde podemos ser genuinamente nosotras y llevar eso a nuestros equipos es fundamental si queremos construir confianza. Además, nuestro trabajo como líderes no parte sólo por ser auténticas nosotras, pero también implica generar entornos de trabajo donde los demás puedan serlo.
Segundo, la lógica.
¿Hace sentido lo que le digo a mis equipos? ¿Es mi estrategia coherente? ¿Tengo una lógica rigurosa y sólida? Esto se vuelve fundamental para que nuestros equipos confíen en nuestra capacidad de trazar el norte adecuado y la estrategia que nos da las mejores posibilidades de éxito. Frei, además, dice algo que me resultó muy interesante, porque lo he visto ocurrir repetidas veces. A veces tenemos la lógica sólida, pero fallamos en comunicarla bien. Para tener éxito como líder no basta con tener las buenas ideas - tenemos que ser capaces de transmitirlas y accionarlas de manera coherente y clara - es finalmente esto lo que nos gana la confianza de nuestros equipos.
Tercero, la empatía.
Esto tiene que ver con ser líderes que estamos aquí por nuestros equipos, no por nosotras mismas. Es estar presente para las necesidades de los demás. Es lograr que sientan que estamos ahí para acompañarlos y apoyarlos. Pero Frei también habla de cómo se ve la empatía en las cosas más sencillas, cómo en la atención que prestamos a las personas con quienes trabajamos. ¿Realmente te estoy escuchando? Si estoy haciendo otra cosa mientras hablas, difícilmente puedo estar presente para ti. Me sirvió muchísimo recordar esto porque si bien me considero una persona empática, también, sobretodo en la pantalla, me cuesta mantener la atención. Entre las miles de notificaciones por todos lados, me doy cuenta que no siempre escucho como las personas de mi equipo merecen.
¿Qué es lo mejor de este marco de trabajo? Recordar que todos estos comportamientos los podemos cambiar y construir para convertirnos en mejores líderes de equipo. Está en nuestro control generar la consciencia y los hábitos que nos acerquen a ser más auténticas, más estratégicas, mejores comunicadoras, y más empáticas y presentes en nuestras acciones del día a día. El framework nos ayuda a clarificar a dónde deberíamos estar, y la reflexión nos permite evaluarnos contra ese estándar y ver qué estamos haciendo bien y qué podemos mejorar.
Lo primero que haré yo, por ejemplo, es empezar a cerrar las 48 ventanas que suelo tener abiertas en cada reunión. ¿Por dónde van a empezar ustedes?
Les dejo aquí también el TED Talk de Frances, que tiene +6 millones de vistas.
Un abrazo,
Mariana