Cómo afrontar un cambio de carrera
Y qué hacer cuando empezamos a sentir que no estamos en el camino correcto
Hay momentos en la vida en los que sin saber muy bien por qué, empezamos a sentir que necesitamos un cambio. Se suele sentir en la mente pero también en el cuerpo. Hay cansancio. Hay poca energía. Hay una sensación continua de que algo no encaja - una pieza del rompecabezas parece haber cambiado de forma. Pasan las semanas y la incomodidad persiste. Crece hasta que, a pesar de todos nuestros esfuerzos, se hace imposible ignorarla.
¿Qué implica darnos la oportunidad de escuchar este deseo y contemplar la posibilidad de un cambio? La semana pasada tuvimos un encuentro muy poderoso en Laboratoria+ sobre esto. Conversamos con Maria Pia Lindley, hoy en sabático tras haber sido CEO de Didi Foods en Latam, y Estefanie Martens, coach de felicidad tras haber sido Gerente de Sostenibilidad en el mundo corporativo. En un momento crítico en sus vidas ambas decidieron - o su cuerpo las terminó empujando - a cambiar de destino. (Fue un espacio realmente especial, aprovechen sus viajes de semana santa para escucharlas 🙂).
La conversación me inspiró a pensar en qué implica navegar un cambio de carrera significativo. Yo misma lo viví hace poco, cuando dejé mi rol como CEO de Laboratoria, con un equipo grande y un presupuesto importante, para empezar nuevamente con Laboratoria+. Por muchos meses sentí que ya era momento de un cambio, pero me tomó mucho tiempo procesarlo, sacarlo de mi mente para convertirlo en plan, y accionarlo de manera congruente y responsable.
Cambiar de rol, de empresa, de campo o de rumbo es algo que muchas fantaseamos, pero no siempre sabemos cómo accionar. Por eso hoy quiero compartir algunas ideas que les pueden ayudar a quienes estén contemplándolo.
Primero, darnos la oportunidad de entender cómo nos sentimos
Lo primero a considerar cuando empezamos a sentir la necesidad de cambio es genuinamente darnos la oportunidad de explorar el sentimiento. Es fácil ignorar las señales, porque siempre será más simple quedarnos en lo mismo que cambiar. Cambiar implica cuestionar, tomar decisiones, sopesar riesgos, desaprender lo que creíamos certero. María Pía compartía en la charla que ella siempre soñó y trabajó para ser CEO. Ese era el sueño, el logro, el hito máximo de éxito en su carrera. ¿Cómo entonces aceptar que tal vez ya no quieres más eso por lo que tanto luchaste?
El cambio es difícil porque pasa por redefinir nuestra historia e identidad. Si ya no soy CEO, ¿qué soy? Es abrir la puerta a transformar quienes somos (o creíamos que éramos). Eso asusta, pero nos debemos a nosotras mismas el escucharnos. Siéntense en calma y atrévanse a explorar lo que sienten. Convérsenlo con personas queridas. Denle espacio a esa conversación con ustedes mismas.
Segundo, pensemos en habilidades, no en CVs
Una de las partes que más asusta del proceso de cambio es pensar en qué viene ahora. ¿Qué mensaje dará este hueco en mi CV? ¿Cómo justifico este cambio para que no parezca que no tengo consistencia? ¿Quién me va a ofrecer una oportunidad en ese nuevo rubro si no tengo la experiencia? Son estas preguntas las que muchas veces nos mantienen paralizadas, atrapadas por voluntad propia en el lugar donde estamos.
Hace poco escuché un consejo que me encantó para hacerles frente: partamos de nuestras habilidades, no de nuestro CV. Nuestros CVs suelen estar centrados en el progreso de un rol al siguiente. ¿Pero qué tanto son un reflejo de quien realmente somos y lo que tenemos para aportar? Si piensas en tu CV hoy día, ¿consideras que es un genuino reflejo de tus habilidades? Me atrevería a decir que para la mayoría de nosotras, la respuesta es no.
La realidad es que construimos habilidades mucho más allá del trabajo - en nuestra maternidad, en nuestras mudanzas de país, en nuestras enfermedades, en nuestras pausas. Y en gran medida, son esas las que nos hacen únicas. Ser mamá, por ejemplo, me ha hecho cultivar una perspectiva de largo plazo como ninguna otra cosa. Tenemos que darnos crédito por todo eso que somos más allá del trabajo. Aprender a contarlo mejor, a incorporarlo en nuestra historia, y pensar en esas habilidades como punto de partida para todo lo que podemos hacer y aportar.
Tercero, recordemos que no todos los cambios tienen que ser radicales: podemos empezar por probar de a pocos
A veces cambiamos de manera radical porque no podemos más, y terminamos tomando decisiones en la desesperación del momento. La realidad es que el cambio no tiene por qué verse así de drástico. Puede ser un proceso incremental, en el que vamos poco a poco probando. Si tengo un nuevo interés por explorar, ¿qué caminos tengo para hacerlo que no impliquen dejar mi trabajo? Si logro identificar lo que menos me agrada de mi situación actual, ¿hay algo que pueda hacer para cambiar eso? Así, con pequeños ajustes podemos empezar a experimentar nuevas dinámicas antes de dar pasos más definitivos.
En esta misma línea, hay otro concepto muy valioso que descubrí hace poco escuchando a April Rinne. Tradicionalmente hemos concebido nuestro progreso como una “escalera” - la famosa “career ladder” donde vas avanzando de un peldaño al siguiente, de un rol a otro, de manera lineal y sin mirar al costado. ¿Pero qué pasa si en lugar de pensar en nuestra carrera como una línea recta, empezamos a ver valor en los desvíos? ¿Si en lugar de ver como única alternativa un giro brusco para trazar otro camino, vamos armando un portafolio de iniciativas dando espacio a proyectos que van más allá de nuestro rol primario? Tomar una posición de liderazgo en una organización voluntaria, participar de un consejo consultivo, escribir una columna - todas estas son maneras de ir experimentando el cambio y creciendo nuestra experiencia. Es ver nuestro camino de carrera más como un portafolio robusto que como una escalera.
Finalmente, disfrutemos del proceso
Es revelador recordar que más allá del resultado final del cambio que buscamos, la magia está en el proceso. Es en aprender a escucharnos, en atrevernos, en hacer planes y ajustarlos que nos volvemos resilientes y valientes. Y como sabiamente nos compartió Estefanie en el conversatorio, recordemos también que comenzar de nuevo no es comenzar de cero.
Un abrazo,
Mariana
Novedades en Laboratoria+
Para quienes estén en el proceso de explorar un cambio en sus vidas, en abril estamos lanzando un nuevo programa de group coaching como parte de nuestra membresía. Esta primera edición será junto a una facilitadora increíble: Mafe Razetto. Aquí pueden conocer un poquito más de ella (y verán por qué este espacio será tan valioso). Son pocos cupos para nuevas members, las interesadas nos pueden escribir a nuestro Whatsapp.
Gracias, Mariana, por este artículo tan inspirador. Me está acompañando en mi nuevo proceso y me siento animada a ampliar mis horizontes. ¡Aprecio mucho tus reflexiones!