Aprendiendo a creer en nosotras mismas
Y cómo cultivar nuestra autoestima para no abandonarnos en los momentos duros
La Travesía de hoy es escrita por nuestra querida Mila, Growth Manager en Laboratoria+
Durante nuestro camino profesional (y también personal) hay momentos en los que experimentamos derrotas dolorosas. Incluso a veces nos topamos con una racha seguida de derrotas. Las que hemos estado en proceso de búsqueda laboral sabemos muy bien lo que es tener una “mala racha”. Son esos momentos de desolación en los que más dudamos de nosotras mismas.
Quiero ser sincera con ustedes. Hace ya varios meses tengo en mente escribir este artículo, pero admito que no siempre es sencillo para mi ser vulnerable y compartir lo que siento con otros. Desde que ví el discurso de aceptación en los Emmy de Niecy Nash-Betts he querido hablar sobre este tema (aquí se los dejo, realmente vale la pena). Para las que no conocen a Niecy, es una gran actriz que ha sido nominada a los Emmy 5 veces y este año ganó por primera vez. Si, eso quiere decir que perdió 4 veces.
El discurso es increíble, no me canso de verlo. Nos deja una profunda reflexión sobre la autoestima, sobre cómo nos valoramos y percibimos. No es fácil agradecerte a ti misma por hacer el trabajo duro de todos los días, por creer en ti, por lograr lo que no todos creían que podías. Niecy nos recuerda que es posible.
Inspirada por este discurso quiero compartir algunas lecciones sobre cómo cultivar nuestra autoestima y por qué es tan importante hacerlo más.
Primero, recuerda que no siempre será fácil o divertido.
Perseguir lo que queremos lograr, hacer esos cambios que tanto anhelamos, conseguir lo que soñamos no es pan comido. Generalmente, cuánto más está en juego o cuánto más queremos algo, más difícil es y más tenemos que batallar para conseguirlo. Para mi, por ejemplo, siempre han sido muy duros los primeros meses de un nuevo trabajo. Cada nueva oportunidad que he tomado ha representado un gran reto y enorme crecimiento, pero implica pasarme todos los días con dolor de estómago por los nervios durante algunas semanas. Es difícil sentirme así, pero sé que perseguir lo que quiero requiere pasar por estos momentos, al menos para mí. Lo bueno es que he aprendido que no dura para siempre.
Segundo, no te olvides de la persona que siempre está ahí para ti.
Cuando le preguntaron a Niecy en una entrevista por qué había sido tan importante ese momento para ella, respondió: “Yo soy la única que sabe cuánto costó, yo soy la única que sabe cuántas noches lloré porque no me consideraron para un rol…”. Solo nosotras sabemos lo que es ser ‘yo’, pasar por lo que pasamos y enfrentarnos a lo que nos enfrentamos. Recuerda eso más seguido.
Tercero, aprende a agradecerte y no te sientas mal por hacerlo.
Date más crédito del que sueles darte. Piensa en ti misma, realmente piensa en ti y en cuán lejos has llegado. Lo duro que ha sido el camino y cuánto esfuerzo ha requerido. Estoy segura que muchas de nosotras hemos pasado por cosas que poca gente sabe o imagina. Agradecerte a ti misma, como dice Niecy, es de cierta manera tomar el poder. Yo me agradezco seguido por haber tenido la valentía de cambiar el rumbo de mi carrera después de más de 10 años en la misma empresa. Me veo a mi misma hace 6 años, asustada pero decidida y me digo: “gracias por ser valiente, gracias por despertarte todos los días y hacer la chamba dura que implica encontrar tu nuevo camino, gracias por no rendirte incluso cuando todo parecía que iría mal; gracias, mira lo que hemos logrado”.
Ahora intenta hacerlo tú. ¿Te acuerdas cuando soñabas con eso que hoy ya conseguiste? Recuerda agradecerte a ti misma por todo aquello que nadie ve, por todo el progreso que has logrado y por todo lo que solo tú sabes que has batallado. Te prometo que te sentirás bien.
Cuarto, sé más compasiva contigo y no te enfoques sólo en lo negativo.
Siempre vamos a tener momentos en los que no creemos en nosotras mismas. Situaciones en las que, a pesar de la experiencia o el conocimiento, dudamos si podemos hacer algo, o más aún, si podemos hacerlo bien. Hace poco tuve una mala semana, y recuerdo contarle a una amiga que había contado 5 errores míos en una sola semana. ¡Cinco! Claramente no recomiendo la práctica de contar errores - por favor, no la hagan. El caso es que después de eso, empecé la siguiente semana pensando en esos “5 errores”. No sabría decir si fue más difícil la semana de los errores o la posterior. Fue duro sobrellevar las dudas que tenía en mi y en mi desempeño. Poco a poco los días pasaron y pude ver que esos 5 errores, si bien habían sido desafortunadamente todos muy cerca, eran 5 de miles de cosas que hago (es decir, nada representativos de mi trabajo). Ayuda recordar que por cada error, probablemente hay miles de aciertos.
Y quinto, recuerda las experiencias que te han hecho fuerte.
Les voy a contar la historia de cuando corrí mi primera maratón. Había entrenado durísimo, sin duda fue la vez que más entrené para algo en mi vida. Sin embargo, cuando corrí la maratón la pasé muy mal. Me sentí totalmente descompensada toda la segunda mitad de la carrera. No podía pensar, no podía respirar bien, me dolía el estómago. Mi cuerpo no funcionaba. Así y todo, realmente sufriendo terminé la carrera. Hice poco más de 5 horas. Una decepción, mi expectativa era otra.
Poco tiempo después fui diagnosticada celíaca y supe que había corrido no solo intoxicada por consumir gluten, sino con anemia y otras deficiencias que mi cuerpo sufría debido a la enfermedad. Sin embargo, me seguí sintiendo decepcionada por haber corrido en más de 5 horas. Fue solo hace poco que me atreví a cuestionar el por qué de mi decepción.
Me di cuenta que una parte de mi tenía la idea que para la gente, correr una maratón en más de 5 horas es casi como no haberla corrido. Decidí cuestionar esta creencia - claramente no es así ni tiene sentido. ¿Qué significó realmente para mi esta experiencia? Mirándola desde otro ángulo reconozco que requirió un nivel de resiliencia que no sabía que tenía. Fueron las horas dónde más me he acompañado a mi misma: en cada dolor, en cada paso, éramos mi mente y yo. Corrí 42km enferma. Viéndolo así, me siento lista para casi cualquier reto. Me reconozco capaz de enfrentarme a enormes desafíos.
Cambiar mi propia narrativa y reconocer que haber terminado esa maratón fue un tremendo logro personal no fue fácil pero ha tenido un impacto muy grande en mi. Les recomiendo tomen algún recuerdo y hagan este ejercicio.
Para terminar me gustaría citar una vez más a la gran Niecy en la entrevista post premiación “... la palabra no es ellosestima, mamaestima, nuestraestima, es autoestima. Porque nadie más tiene que creerlo excepto tú.” Es muy cierto. A veces avanzamos pensando en lo que creemos que los demás esperan de nosotras y nos olvidamos de parar un rato, respirar y pensar en lo que nosotras creemos y queremos. Hagámoslo más seguido.
Un abrazo,
Mila
Gracias por este artículo. Lo disfruté de inicio a fin, valiosas reflexiones.
Mila, gracias por compartir este artículo desde tu sinceridad y reflexión personal! Tus palabras y ese mensaje expectacular de Niecy Nash-Betts transmitieron completamente lo que deseas que nos llevemos, me voy con el corazón empoderado!