Abrazando nuestra transformación de carrera
Sobre los distintos caminos que podemos tomar y los aprendizajes que nos dejan.
Mirando hacia atrás, difícilmente hubiese pensado que hoy estaría trabajando en tecnología, y menos en una organización con la que comparto una misión tan grande como impulsar a que más mujeres comiencen y crezcan en sus carreras. Siento una especie de “suerte” y creo que a veces le doy más poder a ese factor de azar, que a lo que he construido profesionalmente. Cuando me detengo a pensar en qué me trajo hasta aquí, me doy cuenta que mucho se debe a que en un momento de mi vida decidí no seguir un camino profesional lineal.
Quiero contarles un poco de mí. Comienzo por decirles que nací en Chile, exactamente en Valparaíso y me siento muy orgullosa de ser de una ciudad que no es la capital del país. Crecí en una familia muy linda e hice mis estudios en mi misma ciudad. Entré a la universidad a estudiar una carrera de negocios a los 18 años, la que elegí influenciada por mi familia. Poco sabe una lo que realmente quiere a esa edad. En medio de la carrera, tuve que pausar mis estudios universitarios porque tuve que comenzar a trabajar full time antes de lo planeado. Por esto no tengo una carrera “formal”, ni un diploma puesto en algún lugar de mi casa que refleje lo que estudié.
Lo que sí tengo son algunos certificados online, siendo el que obtuve tras graduarme de Laboratoria el que más me enorgullece. Mi formación es un reflejo de un nuevo contexto donde el aprendizaje no se da necesariamente en 5 años seguidos tras terminar la secundaria, pero sucede en programas más cortos y prácticos repartidos a lo largo de la vida.
En lo profesional, he pasado por varios roles, todos muy diferentes entre sí. Mi primer trabajo formal comenzó justo cuando pausé mis estudios universitarios. Sin ninguna experiencia previa ni particular afinidad por el tema, entré a ser parte de un equipo de cocina. A medida que fui aprendiendo y perfeccionándome, llegué a asumir el rol de liderar la cocina y al equipo. Aquí aprendí sobre el valor de la disciplina, maneras creativas de organizar un equipo y a la vez a cocinar (porque aunque suene difícil de creer no sabía cocinar cuando asumí ese primer trabajo). Pasé casi cuatro años en ese rol hasta que me empecé a preguntar qué más podía y merecía hacer. Quería cambiar y seguir creciendo, pero sentía que sólo había aprendido a cocinar y eso no era suficiente para desempeñarme en otras áreas profesionales.
Ahí comenzó otro proceso determinante en mi vida, donde tomé la oportunidad de transformar mi experiencia y sumar un ingrediente nuevo: aprendí a programar en el bootcamp de Laboratoria. Luego de seis meses intensos de aprendizaje egresé y comenzó mi segundo gran trabajo, enseñar Javascript a un grupo de mujeres que, como yo, estaban en plena transformación de sus carreras. Ahí aprendí a traspasar conocimientos, ser honesta y transparente con lo que aún no sabía y, por supuesto, a estar en constante aprendizaje. Después de pasar dos años acompañando a mujeres en el camino de aprender a programar, llegó el momento de salir a explorar nuevamente. Sentí la necesidad de seguir creciendo y sabía que eso solo lo podía lograr incomodándome o, como se dice ahora, saliendo de mi zona de confort.
Gracias a esa valentía, comencé un nuevo rol impulsando comunidades de mujeres en tecnología. Ellas me enseñaron el valor de las conexiones profundas, la importancia de escuchar a tus usuarias y construir intentando agregar valor siempre. Ya llevo seis años trabajando en el mismo lugar, aprendiendo y tomando cada oportunidad que se me presenta. Hoy, tras esta trayectoria poco convencional, colaboro en la construcción de un producto pensado para que las mujeres sigan creciendo profesionalmente, y aún estoy aprendiendo muchas cosas nuevas. Sé que este camino aún sigue y seguirá mientras me proponga seguir aprendiendo, explorando y sumando experiencias.
El camino que elegí no ha sido el más sencillo, ha requerido que me sepa adaptar mucho más de lo que pensé, pero lo volvería a elegir. Me siento orgullosa de lo que he logrado como profesional y de construir día a día una mejor versión de mi misma.
Mi experiencia profesional me ha llevado a entender que cuando vemos la carrera como si fuese una línea recta, en donde debemos avanzar por una misma senda intentando alcanzar el máximo de kilómetros recorridos, lo que termina pasando es que nos perdemos de un sinfín de aprendizajes, rutas y paisajes diferentes. Estos son realmente los que te enseñan a descubrir tus mejores talentos y habilidades. Si me hubiese quedado con la idea de que me tenía que desarrollar profesionalmente siguiendo la ruta de mi primer trabajo, nunca hubiese conocido el camino de la tecnología. Tampoco hubiese podido llevar la riqueza de mi anterior experiencia a lo que hago hoy, y menos sentir que lo que aprendes lo puedes aplicar en todo.
Transformar nuestra carrera es algo que debemos abrazar, aprendiendo a ver el valor que las diferentes experiencias nos aportan y evitando quedarnos amarradas al camino que una vez pensamos que era el que debíamos seguir.
No existe una fórmula universal para aprender a adaptarnos al cambio y enfrentar la incertidumbre, pero con el tiempo he descubierto cosas que me han ayudado a abrazar esta transformación y buscarla activamente. Hoy quiero compartir dos consejos que les pueden servir mientras recorren su propio camino.
1. Aprende a escuchar tu voz interior: Creo que suena un poco cursi, pero la verdad es que es algo que recomiendo hacer. Da miedo al principio, pero verás los resultados de seguir esa voz y comenzar a realizar poco a poco lo que anhelas. Es triste mirar atrás y pensar “por qué no tomé esa oportunidad o me arriesgue más”. El tiempo va a pasar de todas formas, así que lo mejor que podemos hacer es crear algo con él.
2. Define la profesional que quieres ser: Escribe, dibuja y/o piensa detenidamente cómo te gustaría que sean esos próximos pasos profesionales. Sueña en grande, solo tú sabes lo que significa eso para ti. Piensa que no existen límites, solo existen los que una mismo se pone. Esto te ayudará a planificar tus próximos pequeños pasos para recorrer ese camino y transformar tu carrera.
Espero que mi experiencia personal te ayude a reflexionar sobre tu propia travesía, lo que has hecho y a dónde te gustaría ir. Transformar tu carrera es algo que se construye y que se da gracias a pequeños (o, a veces grandes) pasos que demos en esa dirección. En esto, cuenta conmigo, me gusta hablar y escuchar experiencias. Si quieres conversar, estoy a un clic de distancia en LinkedIn.
Un abrazo,
Belén
PD. Este domingo se cierran las inscripciones para nuestro primer programa de Liderazgo e Influencia. Te puedes inscribir aquí
Me sentí identificada con tu historia y ha significado bastante. No tengo tampoco una carrera “formal”, empecé a trabajar de muy joven y si no hubiera sido por las experiencias y aprendizajes en este otro camino menos "esperado", no tendría claro cuáles son mis habilidades y como puedo seguir potenciándolas con un sin fin de cursos a lo largo de mi vida. Gracias por recordarme que no todo es en línea recta y siempre podemos probar algo nuevo!
Grande Belu!! Que importante es compartir experiencia de crecimiento y desarrollo profesional fuera de "lo tradicional" que demuestran que hay maneras distintas de hacer las cosas, y que puedes cambiar el curso de tu carrera cuando y como quieras. Sos un gran ejemplo de ello, espero que más mujeres puedan leerte y así animarse a hacer de su carrera lo que quieran.